IMPORTANCIA ECONÓMICA DE NUESTROS MARES: CAPITAL
NATURAL MARINO Y COSTERO DE COLOMBIA
Por: Julian Prato, Experto en
valoración económica
El ser humano desde los inicios de la
especie, ha dependido de la naturaleza para hacer posible su existencia y
supervivencia, los ecosistemas del mundo han ofrecido a las personas
beneficios esenciales como el medio físico de soporte para sus vidas, viviendas
y familias, provisión de agua, alimentos e insumos para el desarrollo
industrial y económico de la humanidad (materias primas, energía y productos
farmacéuticos) (Constanza, et al., 1997). De esta manera,
la naturaleza y sus ecosistemas se han reconocido cada vez con mayor fuerza,
como fuentes de producción de beneficios y servicios ecosistémicos, de los
cuales depende el desarrollo, el bienestar social y la economía global. Así se
plantea en numerosas publicaciones como el libro “Natural Capitalism:
Creating the Next Industrial Revolution” publicado por Hawken et
al., en 1999, el artículo “The value of the world’s ecosystem
services and natural capital” publicado por Costanza et al., en
1997 en la revista “Nature” o el libro “Ecosystem services: A
guide for decision makers”, escrito por Ranganathan et al., y
publicado en 2008 por el World Resources Institute, en los
cuales se reconoce a los ecosistemas como “capital natural”, con el ánimo de
reconocer su papel fundamental para hacer posible el desarrollo y prosperidad
de la humanidad y las naciones.
Sin embargo, a pesar del invaluable
carácter que tiene la naturaleza para la humanidad, es muy frecuente que se
desconozca o subestime su valor, debido principalmente a que sus aportes son
recibidos de manera silenciosa y en algunos casos imperceptible, sin que
las personas o gobiernos, reciban una factura de cobro por estos beneficios.
Los ecosistemas del mundo proveen varios tipos de servicios clasificados
generalmente en servicios de soporte, provisión, regulación y culturales (MEA,
2005), dentro de los cuales se pueden nombrar la formación del suelo, ciclo de
nutrientes, soporte de biodiversidad, producción de alimentos, agua, fibras,
medicamentos, energías, regulación del clima, purificación del agua, protección
contra fenómenos naturales como tormentas, huracanes e inundaciones, mitigación
del cambio climático, producción de oxígeno, provisión de espacios para la
recreación, el turismo y el esparcimiento espiritual, entre otros. El buen
estado de los ecosistemas, conlleva a una buena capacidad de los mismos para
proveer servicios ecosistémicos como los nombrados anteriormente, que a su vez,
generan beneficios a diferentes escalas (local, regional, nacional y mundial) a
las poblaciones humanas. De esta manera, la humanidad como beneficiario de los
ecosistemas en buen estado y un ambiente sano, puede recibir numerosos aportes
al bienestar como la seguridad frente a eventos extremos, buena salud,
seguridad alimentaria, empleos relacionados al uso sostenible de los ecosistemas
y buenas relaciones sociales e internacionales, al disminuir los conflictos por
el acceso a los recursos. Como se dijo anteriormente, muchos de estos servicios
de los ecosistemas no se incluyen en las cuentas nacionales de los países, o en
indicadores económicos como el Producto Interno Bruto-PIB y en muchas ocasiones
no son conocidos siquiera por las poblaciones que se benefician de ellos.
El desconocimiento de la importancia de
los ecosistemas para el bienestar humano y para el desarrollo económico, es uno
de los factores del deterioro del “capital natural” y de la falta de inversión
para su conservación, poniendo en riesgo la capacidad de proveer servicios de
los ecosistemas y por ende el bienestar de la población actual y de las
generaciones futuras. Por esta razón, en el mundo entero se ha despertado la
preocupación por este hecho y las consecuentes pérdidas de beneficios que
desencadena el detrimento de los ecosistemas. De esta manera, la Organización
de las Naciones Unidas, lideró una iniciativa, conocida como la Evaluación de
los Ecosistemas del Milenio (Millenium Ecosystem Assessment- MEA, 2005),
en la cual se resaltaron y clasificaron los importantes aportes socioeconómicos
de los ecosistemas y las graves consecuencias de su detrimento para la economía
y el bienestar de la humanidad. Así mismo, han surgido otros esfuerzos para
demostrar el vínculo que existe entre el funcionamiento de los ecosistemas, el
bienestar humano y el desarrollo, como “The Economics of Ecosystems and
Biodiversity-TEEB”.
De este mismo modo, en las últimas
décadas, han comenzado a tomar más importancia los estudios de valoración
económica, como herramienta de comunicación para lograr hacer más visible el
vínculo que existe entre los ecosistemas y el bienestar humano, poniendo en un
lenguaje claro, contundente y común para la sociedad (el dinero), los aportes
que los ecosistemas brindan a las poblaciones humanas, a los sectores
económicos y a las naciones. Es importante aclarar en este punto, que la
valoración económica cuantifica los aportes de los ecosistemas, no estima o
asigna en ningún momento, un precio a la naturaleza o a los ecosistemas, ni
pretende privatizarlos o mercantilizarlos, razón por la cual, las cifras que
aportan estos estudios no pueden ser usadas con dichos propósitos. La
valoración económica busca también resaltar, que los aportes económicos
al bienestar humano se pueden seguir obteniendo año tras año siempre y cuando
se garantice la protección, conservación y uso sostenible de los ecosistemas.
Por ejemplo de esta manera,
Costanza et al., (2014) estimaron para el 2011, que los
principales ecosistemas del mundo aportan anualmente cerca de 145 billones de
dólares al año, cifra que adquiere más sentido si se compara con el producto
interno bruto global registrado para ese año que estuvo cerca a los USD $75,2
billones. El territorio marino, costero e insular en particular, posee un
capital natural característico que genera una gran cantidad de beneficios
ambientales, económicos y sociales determinantes para el bienestar de las
poblaciones en el mundo. Se ha estimado que un poco más del 63 % de los aportes
económicos de todos los ecosistemas de la biósfera, son proporcionados por los
mares.
Estas cifras estimadas para los aportes
de los ecosistemas adquieren cada vez más importancia y tienden a aumentar
progresivamente en el tiempo, al tener en cuenta el contexto de la realidad
mundial, donde según el World Food Program hay cerca de 870
millones de personas con hambre (lo que equivale aproximadamente a la población
conjunta de Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea), un crecimiento
demográfico acelerado según la ONU con cerca de 370 nacimientos al día y un
estimado de población de 9 mil millones de personas para el 2050, lo que
implica 9.000 millones de bocas que alimentar. En Colombia, se estima que hay
cerca de 5,1 millones de personas con desnutrición (equivalente aproximado a la
población total de las ciudades de Medellín, Barranquilla, Bucaramanga y
Cartagena en conjunto) (FAO, 2013). Por estas razones, el primero de los ocho
objetivos del milenio de la ONU es erradicar la pobreza extrema y el hambre,
para el cual la conservación y buen manejo de los ecosistemas resulta ser
esencial, como mecanismo de mantener y aumentar la capacidad de producción de
alimentos en el mundo.
Colombia con 928.660 km2 de
territorio marítimo, casi la mitad de su extensión como país, posee un inmenso
capital natural marino, que en términos económicos y de bienestar resulta ser
muy importante. Cada hectárea de este territorio, genera cuantiosos beneficios
económicos y sociales año tras año. Sectores económicos como el turismo,
portuario, pesquero, transporte, vivienda y agrícola, se ven beneficiados de
manera directa o indirecta de los mares y costas del país. Además, ecosistemas
marinos y costeros como los manglares y arrecifes de coral, protegen las costas
de la erosión, tormentas tropicales, tsunami y huracanes, evitando de esta
manera grandes pérdidas económicas por el daño de construcciones costeras como
hoteles, carreteras y viviendas, y también disminuyen considerablemente la
pérdida de vidas humanas frente a desastres naturales como los tsunami o
huracanes. Además, los ecosistemas marinos no sólo cumplen una sola función,
como lo haría una barrera de concreto al proteger una costa, cada hectárea de
estos ecosistemas aportan numerosos beneficios al mismo tiempo. Los manglares,
corales, pastos marinos y el océano abierto, son importantísimos para la
seguridad alimentaria a través de la producción del recurso pesquero,
producción de oxígeno, captura de carbono, regulación del clima, mitigación del
cambio climático, generación de empleos y buen desarrollo de sectores
económicos nombrados previamente. En Australia por ejemplo, se encontró que la
afectación de los pastos marinos puede causar disminuciones hasta en un 70% de
las capturas de peces comerciales y mariscos, trayendo consigo cuantiosas
pérdidas económicas para el sector pesquero y consecuencias negativas para la
seguridad alimentaria de la población (Pittman y Pittman, 2005).
En su territorio marítimo, Colombia
posee cerca de 42.691 ha de pastos marinos, 180.589 ha de arrecifes de coral y
308.533 ha de manglares (IDEAM et al., 2007). Más del
74% de los manglares del país se encuentran en el Pacífico colombiano, mientras
que más del 90 % de los corales están en el Caribe, con un importante aporte de
cerca del 79% concentrado en la reserva de la biósfera Seaflower, en aguas del
Archipíélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Científicos apoyados por
entidades como la National Oceanic and Atmospheric Administration-NOAA, la
Universidad de Hawaii, el gobierno de Australia y el WorldFish Center, han
estimado que los aportes económicos de tan solo una hectárea de arrecife de
coral, pueden estar entre nueve mil y veintisiete millones de dólares (USD
$9,604 y USD $27´491,887) al año Cesar et al. (2002). Así es
como áreas marinas protegidas como el Santuario de Flora y Fauna de Malpelo, el
PNN Tayrona, el PNN Corales del Rosario y San Bernardo, la Ciénaga Grande de
Santa Marta, el PNN Utría y la Reserva de la Biósfera de Seaflower, cumplen un
gran papel al contener y proteger un importante tesoro del capital natural del
país. Por ejemplo, a partir de los aportes económicos promedio estimados para
los arrecifes coralinos en cinco publicaciones internacionales (Costanza et
al., 1997, Cesar et al., 2002; Albert et al, 2012;
DeGroot et al., 2012; Costanza et al., 2014),
se puede estimar de manera aproximada que tan sólo los arrecifes de coral
encontrados dentro de la reserva de la biósfera de Seaflower, podrían generar
beneficios anuales cercanos a los 924 mil millones de dólares (equivalente a
unos 1.660 billones de pesos, usando la TRM promedio diaria anual de 2012 como
valor de conversión), siendo un factor determinantemente importante para la
vida económica, seguridad alimentaria, soporte de la vida humana y bienestar de
la población colombiana, con énfasis en aquella que habita en las islas del
Archipiélago. A esto, se debe agregar los aportes económicos, sociales y
ambientales de los demás ecosistemas marinos y costeros del Archipiélago, como
los sistemas oceánicos abiertos, fondos profundos, manglares, fondos blandos,
sistemas pelágicos y pastos marinos, que a su vez, están interconectados entre
sí de manera funcional como un todo dentro de la reserva.
https://www.youtube.com/watch?v=OLNYAbczgKg&feature=emb_logo
Aparte de los beneficios
socioeconómicos y ambientales que aportan los ecosistemas marinos y costeros
del Caribe y Pacifico colombiano, diversas experiencias internacionales,
muestran que el uso del territorio marino destinado a la conservación de sus ecosistemas
(Áreas marinas protegidas como Seaflower, Malpelo y Parques Nacionales
Naturales) es un tipo de uso económico del territorio que resulta ser además
muy rentable (Costanza et al., 1997; MEA, 2005;
Ranganathan et al., 2008; TEEB 2010; Albert et
al, 2012; de Groot et al., 2012; Costanza et
al., 2014). Por ejemplo, según análisis costo-beneficio para evaluar
la viabilidad invertir en áreas marinas de conservación en el Reino Unido, se
estimó que por cada euro que se invierte en conservación de los mares y sus
ecosistemas, se obtienen ganancias de 5 a 57 euros, es decir que según estos
resultados, si se invierte un millón de euros en la conservación de un AMP se
obtendrían beneficios de 5 a 57 millones de euros (de Groot et
al., 2010). Los beneficios de las AMP se extienden además a diversos
sectores económicos del país, generando empleos y bienestar en su población,
contribuyendo al desarrollo de Colombia como nación.
Por estas razones, Colombia debe proteger cada metro cuadrado de su “capital natural marino”, y como país invertir en su defensa soberana, aprovechamiento sostenible y conservación. Por su parte la Comisión Colombiana del Océano, como ente interinstitucional e intersectorial asesor del gobierno nacional en materia de la Política Nacional del Océano y de los Espacios Costeros-PNOEC, trabaja también en generar información a través de la herramienta de valoración económica, para aportar al entendimiento de la importancia del territorio marítimo del país y sus ecosistemas, para apoyar con argumentos económicos en los procesos de toma de decisiones y en el fortalecimiento de la conciencia marítima en la población colombiana.
Videos:
Oferta Ambiental de las Bahías de
Neguanje y Cinto pt. 1
Valoración de bienes y servicios ambientales para diseño de instrumentosde gestión ambiental
Para
profundizar mas en el tema . Consultar el Libro: Aproximación a la Valoración
Económica de la zona Marina y Costera del Caribe Colombiano.
https://cco.gov.co/cco/publicaciones/83-publicaciones/136-aproximacion-a-la-valoracion-economica-de-la-zona-marina-y-costera-del-caribe-colombiano.html
De
acuerdo al articulo expuesto y los vídeos,
1.
Determine que instrumentos tiene el gobierno nacional para la valoración de
servicios ambientales en Colombia enfocados al sector marino costero
2.
Formule una propuesta incluyendo un ejemplo para una zona costera
Colombiana que permita desarrollar las actividades del hombre con el
equilibrio ambiental. sustente su propuesta bajo todos los criterios dados.
Recuerden el blog estará disponible hasta el lunes 19 de septiembre 8 am. entradas después de esa hora
no serán tenidas en cuenta. Recuerde son dos entradas por
estudiante.
Comentarios
1. Según el ministerio de ambiente y desarrollo sostenible y teniendo en cuenta que Colombia es una de las 5 naciones con mayor biodiversidad marina en el planeta; se tiene que de los 2'070.408 km2 del área que posee el país, 892.102 km2 corresponden a aguas en jurisdicción. Se ha querido construir una entidad con visión integradora donde el mar, la costa y sus recursos sean elementos fundamentales y de beneficio para la construcción de un país sostenible. Para los años 2000 se empieza a tomar como tema relevante y se expide la política nacional ambiental para el desarrollo sostenible de los espacios oceanicos y zonas costeras e insulares de Colombia (PNAOCI) la cual se encarga de promocionar la utilización de herramientas de ordenamiento territorial para asignar usos sostenibles al territorio marino y costero nacional; ademas de este tambien se tiene el CONPES 3164 de 2002 y el cual se encuentra vigente actualmente y por último la expedición de la política nacional del oceano y espacios costeros (PNOEC).
2. Creo que como propuesta implementaria inicialmente una mayor organización y atención especial del estado y entidades regionales a las zonas costeras ya que la oferta ambiental de la zona centro del país no sera igual a las costas del país por lo que inicialmente le daria mayor organización y voz y voto a las instituciones dedicadas al estudio de estos ecosistemas, su aprovechamiento y preservación. Especificamente pondria el caso de La Guajira por la cantidad de playas que ellos tienen y el gran potencial tanto industrial como turistico que se le podria dar, en beneficio de la comunidad tan vulnerable que la habita a comparacion de otras regiones del país, es una zona del país donde a pesar de estar constantemente vigilada a nivel militar, la presencia del estado es muy poca y la cantidad de contaminación y vulnerabilidad de las playas y costas es muy alta, asi que sin una presencia constante y atención del estado no serviria ninguna propuesta.
1.
La valoración de bienes y servicios ambientales como herramienta para el diseño de instrumentos de gestión ambiental en el sector marino en los últimos años se le ha dado gran importancia. En Colombia, se tiene como instrumento el CONPES 3990, sobre la potencia bioceánica sostenible al 2030 el cuál es una política estratégica que busca posicionar en la agenda pública nacional los océanos como factor de desarrollo sostenible en los próximos 11 años. Esta política está basada en el concepto de potencia oceánica, en donde se realizan actividades marítimas sostenibles. Colombia en 2007, lanzó la Política Nacional del Océano y de los Espacios Costeros, PNOEC, que tiene como objetivo: “Promover el desarrollo sostenible del océano y de los espacios costeros, así como de los intereses marítimos de la Nación, mediante la estructuración concertada y la puesta en marcha de estrategias que permitan garantizar la cabal administración, aprovechamiento económico, beneficio público, conservación del ambiente, desarrollo sociocultural, vigilancia y el control de dichos espacios jurisdiccionales”. Adicionalmente, se encuentra la PNOEC que es una herramienta guía que busca salvaguardar la soberanía del territorio marítimo nacional, establecer un ordenamiento costero, preservar y aprovechar de manera sostenible el ambiente marino-costero para mejorar el desarrollo socioeconómico del país.
2.
Teniendo en cuenta que los ecosistemas proveen servicios ecosistémicos y estos a su vez brindan bienestar a la población, sectores productivos y desarrollo de la nación es importante proponer una valoración económica en las zonas costeras, la presente formulación, será para la zona costera de San Andrés islas.
La propuesta se basa en criterios cuantitativos que buscan que los habitantes de la zona y la población flotante reconozcan y sepan sobre la importancia de los ecosistemas como objetivo de bienestar y desarrollo, adicionalmente, es importante la inclusión de los servicios ecosistémicos y sus aportes al bienestar en los procesos de toma de decisiones, destinación de recursos y planes de desarrollo, debe haber un turismo sustentable en San Andres con el fin de aprovechar dichos servicios de forma sostenible, es decir, sin afectar los servicios ecosistémicos.
Teniendo en cuenta lo dicho por mi compañera Valentina González, estoy de acuerdo con que se implemente una maypor organización y mención especial del estado y entidades regionales a las zonas costeras, sin embargo, considero que es importante que la misma comunidad que se encuentre en la zona conozca la importancia de los servicios ecosistémicos, con el objetivo de generar un sentido de pertenencia y apropiación del territorio y sus ecosistemas por parte de la población
2.Las zonas costeras del Caribe especialmente en el departamento de la Guajira tienden a ser muy bellas mas es necesario desarrollar una conservación de los recursos productivos de la zona, aun así a pesar de la riqueza que contiene en cuanto a recursos naturales es uno de los departamentos mas olvidados por el estado Colombiano. Una de las primeras estrategias que plantearía para conservar y preservar estas zonas es realizar capacitaciones y buscar como concientizar a la población Indígena de cuidar las fuentes hídricas, esto debido a que muchas de estas zonas presentan sequias prolongadas y no cuentan con agua potable, realizar la actividad de pesca de forma correcta y de igual manera dejar de hacer uso desmedido de los ecosistemas estratégicos del país, esta bien hacer uso de estos servicios y bienes ambientales que ofrecen estas zonas costeras pero es necesario que hablemos un mismo idioma para la conservación de estas zonas a partir de los turistas y las comunidades raizales de este departamento.
Es interesante la propuesta de mi compañera Laura González hablar sobre la isla de San Andrés, únicamente para complementar la idea también es de vital importancia implementar alguna alternativa para el tratamiento de los recursos solidos dado que al ser una isla tan pequeña tiene un problema ambiental dado que el relleno sanitario con el que cuenta tiene un vida útil muy pequeña por lo cual se tendría que buscar una opción que una los residuos con alternativas sustentables que permitan una mitigación de este problema ambiental
1.La PNAOCI, adoptada por el Consejo Nacional Ambiental en diciembre de 2000, se fundamenta en la promoción de la utilización de las herramientas que brinda el ordenamiento territorial para asignar usos sostenibles al territorio marino y costero nacional. También se orienta en propiciar formas mejoradas de gobierno que armonicen y articulen la planificación del desarrollo costero sectorial; en conservar y restaurar los bienes y servicios que proveen sus ecosistemas, en generar conocimiento que permita la obtención de información estratégica para la toma de decisiones de manejo integrado de esta áreas
2. San Andrés es un lugar donde la mayor forma de vivencia es el mar , tanto turístico como para las necesidades básicas del ser humano , acá tomaríamos un equilibrio ambiental reemplazando los malos manejos que la población tiene con los ecosistemas que habitan en el lugar pues cabe mencionar que esta isla es dependiente mente de este ecosistema donde puede ocasionar daños irreversibles y tener que migrar de su territorio . Implementaría un adecuado PGIRS viendo mejor la problemática ya que ellos tienen gran problemática de residuos sólidos
1. El ministerio de Ambiente y Desarrollo tiene la política de Pagos Por Servicios Ambientales, el cual tiene como cinco ejes estratégicos, esta política habla de que es un es el incentivo económico, en dinero o especie, que reconoce las acciones y las prácticas asociadas a la preservación y restauración de ecosistemas, que permiten minimizar conflictos en el uso del suelo y así favorecer el mantenimiento y la generación de servicios ambientales. Será reconocido mediante un acuerdo condicionado a resultados, por los interesados o beneficiarios de dichos servicios a propietarios, poseedores regulares y ocupantes de predios ubicados en áreas y ecosistemas estratégicos, también se tiene la GUIA DE APLICACIÓN DE LA VALORACION ECONOMICA donde da una explicación breve de cada mitología y su aplicación.
2. Se tiene la zona costera del caribe se puede aplicar en la ciudad de Cartagena ya que esta es muy turística, se puede implementar una certificación para las playas para que sean sostenibles, también se tiene que dar una capacitación a a la población de la ciudad para que conozcan los ecosistemas, los servicios y la importancia de cada uno y como se deben cuidar, también estas ciudades deben desarrollar planes para generar un turismo de forma sostenible.
1. Colombia es una de las naciones con mayor diversidad marina, gracias a sus condiciones biogeográficas. La Dirección de Asuntos Marinos, Costeros y Recursos Acuáticos (DAMCRA), se creó para responder a las necesidades de estos ecosistemas con una dependencia ambiental que se encargue de seguir los lineamientos de la Política Nacional Ambiental para el Desarrollo Sostenible de los Espacios Oceánicos y las Zonas Costeras e Insulares de Colombia esta ha concentrado sus esfuerzos en cinco áreas fundamentales: conservar la biodiversidad marina, costera e insular y sus servicios ecosistémico; usar sosteniblemente los servicios ecosistémicos marinos, costeros e insulares; mejorar la calidad de las aguas marinas; reducir el riesgo asociado a la pérdida de biodiversidad y sus servicios ecosistémicos marinos, costeros e insulares y fortalecer la institucionalidad y la organización pública, privada y social para el manejo marino, costero e insular. Por otra parte, la Política Nacional del Océano y de los Espacios Costeros-PNOEC es una herramienta guía que busca salvaguardar la soberanía del territorio marítimo nacional, esta fue desarrollada por la Comisión Colombiana del Océano-CCO y en coordinación de la Secretaría Ejecutiva de la CCO -SECCO impulsando la realización de ejercicios de valoración económica de los espacios marinos y costeros del país, como herramienta para generar argumentos que permitan asesorar al gobierno nacional en los procesos de toma de decisiones sobre el uso del territorio marino y costero.
2. Las zonas costeras de Colombia carecen de la vigilancia de organismos que se encarguen del control y la conservación de los ecosistemas, además se debe recordar que La importancia económica de las aguas costeras y de los recursos marinos depende y está condicionada por la capacidad del medio para soportar nuevas presiones o para garantizar las actuales de manera sostenible, siguiendo esto en las zonas costeras de Córdoba teniendo estas un gran potencial económico y turístico se debería implementar mayor vigilancia por parte de los organismos de control en pro de la protección de los servicios ecosistémicos ofrecidos en esta zona, además debe existir un equilibrio entre las actividades humanas que se realicen con los servicios ecosistémicos, por ejemplo, se debe eliminar los desechos producidos por estas actividades humanas ya que esto es un importante impacto negativo a nivel socioeconómico, además amenaza la salud humana y la seguridad, y presenta efectos negativos sobre los organismos marinos y los hábitats de estos.
Añadiendo al comentario de mi compañera Paula Martínez la certificación de las playas de las zonas costeras del país podría fortalecer la sostenibilidad y su conservación, debido a que con los criterios asociados para obtener este reconocimiento se estaría garantizando la capacidad de los ecosistemas costeros para prestar los servicios ambientales debido a que esto está asociado a su buen estado de conservación.
Complementando lo que dice mi compañera Diana, la certificación de playas es realmente una herramienta muy útil y de gran ayuda para la preservación de las playas al ser una herramienta la cual garantiza el funcionamiento ecosistemico y turístico de la misma en un completo equilibro. Sin embargo es difícil encontrar gente capacitada y dedicada a este oficio y así mismo que se cumpla tal cual como se establece en el manual y se mantenga de la misma forma. De gran ayuda sería capacitar mejor al personal que trabajo al rededor de estás zonas y el cual es su sustento principal para vivir. Crear un turismo sostenible y preservar por encima de todo el bien de la playa.